jueves, 20 de enero de 2011

Fácil o difícil

Lo difícil
es el miedo
la distancia
el frío
La falta


Lo fácil
es quererte
y dejar que me quieras
cada día
estando
y sin estar


Lo difícil
es no verte
ni besarte
ni tan siquiera tocarte
ni abrazarte
ni soñarte



Lo fácil
es dejarlo
es alejarse
separarse
terminar



Pero tanto tú
como yo
sabemos que a mi
lo que más me gusta
es lo difícil,
nada fácil
No lo comprendo.
Si bien es ese miedo paralizante que se desencadena en mi tan sólo recordarlo.
O tal vez la sensación de angustia que se apodera de mi cuerpo y se aferra a mi carne y mis huesos.


No sabría decidirme.
El pasado.
El futuro.


Cuando tratas de buscar salida a tus propias reacciones, inentendibles e incomprensibles desde los cristales con los que siempre has mirado.
Surgen dudas.
Sintomatología o (psico)somatología.
Vuelvo y viajo.
De allá para acá. Y más lejos aún.
Y no logro comprenderlo.


Estoy aquí. Sentada. Mirando al futuro. Con gafas de sol. Y me pongo en pie. Y quiero correr. Pero no sé hacia dónde partir.

lunes, 17 de enero de 2011

Happiness

De puntillas y casi sin rozar el suelo (aunque si hablara con propiedad debería de decir el techo).
Bailando al compás de la risa.
Cantando.
Danzando con las nubes de día.
Sacando a la pista de baile a las estrellas de la noche.
Bajo las atentas miradas del Sol y la Luna.
Mis cómplices.
Girando sin cesar. Rápido. Más rápido. A un ritmo frenético.



Hace tiempo dibujé unas pequeñas alas en mi espalda. Invisibles a todo aquel que se riera de mi inocencia. Ocultas debajo de mi ropa cuando quisiera pasar inadvertida y caminar junto al resto de mortales. Riendo entre pasos recordando mis hazañas voladoras.



Sólo he de abrir la ventana y desplegarlas. En el alféizar y saltar alto. Muy alto. Y alcanzar el edificio contiguo. Y otro. Y coger carrerilla. Más y más rápido. Y sobrevolar el mar y llegar al océano. Y respirar.


Y volar. Alto.
Y soñar. Sin fin.
Y reír. SIn pausa.

De tejado en tejado. Sobre esponjosas nubes. A través del cielo de colores. De una roca o otra. De una isla a la vecina. Imparable. Contenta.

Veloz.

Se abre un mundo impensable hasta entonces. Para mi. ¿Para ti?
Mágico.


Un mundo tan real como el que se pisa y te pisa. Desconocido por muchos. Ansiado por otros. Un resguardo. Una guarida. Pero también un hogar. Al que llevar(te) de la mano. No tengas miedo.


Sólo necesitas un pequeño salto de fe.




¿Bailas conmigo esta noche?

miércoles, 5 de enero de 2011

Día de Reyes

Imaginación desbordante. Ilusión. Inocencia. Excitación. Magia. Mucha magia.

Esta noche nos convertimos de nuevo en niños que ríen y juegan y esperan ansiosos su recompensa por los buenos actos del recien finalizado año.

Aquí no nieva. Ni siquiera hace frío (aunque llevemos dos días debatiendo sobre la increíble bajada del termómetro; que no obsta para seguir luciendo algo más de carne de lo que muchas personas hacen en la estación opuesta).


Luces. Caramelos. Confetis. Cartas. Lágrimas. Sueños. Árboles y portales. Vasitos de leche y galletas. Y algo de agua para los cansados camellos.

Hoy tengo ganas de ser una niña. De que me duelan los pies de estar horas en pie esperando ver a un Rey que tiene la cara pintada y una barba un tanto rala y mal puesta. De subir andando a casa agotada y meterme en la cama sin sueño. De que mi madre nos cuente historias fantásticas antes de dormir. De dar vueltas en la cama y levantarme corriendo al mínimo sonido. De abrazar a mi madre. De jugar cuando aún no ha salido el Sol y volver a dormir, rendida, cuando salga.


Carbón. No. Yo no quiero carbón. Este año sí que he sido buena. No es que el año pasado no lo fuera. Pero este año, si cabe, más aún. Buena.



Y si pudiera escribir una carta, aún tardía, pediría algo que me cuesta incluso imaginar.

Pediría ser niña y jugar y tomar chocolate caliente y rosco de Reyes con mucha azúcar. Y polvorones. De chocolate y coco.

Y pediría. Abrazarte de nuevo. Y ver tu cara de felicidad al vernos (y hacernos) soñar despiertos.

Feliz navidad.

lunes, 3 de enero de 2011

Balance

balance según la RAE

(Del fr. balance)

1. m. Movimiento que hace un cuerpo, inclinándose ya a un lado, ya a otro.

2. m. Estudio comparativo de las circunstancias de una situación, o de los factores que intervienen en un proceso, para tratar de prever su evolución.

3. m. Com. Confrontación del activo y el pasivo para averiguar el estado de los negocios o del caudal.

4. m. Com. Estado demostrativo del resultado de dicha operación.

5. m. Esgr. Movimiento que se hace inclinando el cuerpo hacia adelante o hacia atrás, sin mover los pies.

6. m. Mar. Movimiento que hace la nave de babor a estribor, o al contrario.

7. m. desus. Vacilación, inseguridad.



Cierre del ejercicio 2.010
Apertura del ejercicio 2.011
Finalización: 31 diciembre de 2.010.
Comienzo: 1 de enero de 2.011
Estado de cierre: positivo
Previsiones de 2.011: inmejorables