sábado, 17 de diciembre de 2011

En estas fechas, más que nunca, nos gusta rodearnos de nuestras personas queridas. Nos reunimos con amigos y familiares para brindar por otro año de felicidad compartida.

Por primera vez, desde que partiste a aquella estrella tan brillante del cielo desde la que me sonríes cada noche, hace ya varios años, he sentido que debía hacer algo por ti en estas fechas. Por nosotras.

Ya no guardo rabia y tristeza. Ya no grito por dentro.

Compré el árbol más grande. Armé la estructura y separé cada una de las ramas tal y como me enseñaste cuando era una niña. Coloqué las luces. La cinta. Y la bolas. Primero las plateadas y luego las rojas. Y unas bonitas mariposas en el pico. Sé que desde donde estás sonríes al verlo. Escribí una historia en cada una de ellas; una historia de amor infinito y puro, compartido a tu lado.

Mientras colocaba cada una de las bolas del árbol, mientras daba vueltas alrededor distribuyendo la cinta y las luces, mientras recolocaba los adornos hasta dejarlos uniformemente repartidos, pensaba en ti. Pensaba en hacerte este regalo. Compartir este momento contigo. Y brindar porque sigues viviendo en mi. Pero al fin, de una manera que no desgarra, sino que abriga el alma.

Tu recuerdo vive en mi. No te olvidaré.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

2012

Hace unos días una amiga comenzó un reto, se llama el reto de los 30 días. Durante ese periodo de tiempo has de hacer algo que siempre te has propuesto y nunca has comenzado. Es sencillo. Pequeños logros, pequeñas alegrías. Felicidad.

Yo he decidido copiar su idea, dándole una vuelta de más. Un año. Doce meses. Doce retos: 12x 30 days challenge in&out.

In: ir al gimnasio antes de trabajar, escribir un libro, aprender a tocar el piano, pintar un cuadro, correr 5km, ...

Out: no alcohol, no helados, no chocolate, no café,...

¿alguna sugerencia?