miércoles, 30 de diciembre de 2009

Año nuevo, vida nueva

Es el final. O el principio. Todo depende desde dónde se mire.

Yo me cansé de mirar al pasado, de vivir de recuerdos, de correr entre sombras, de olores vacíos, de historias borrosas. Digamos que me cansé de sufrir.

Sufrí. Sufrí tanto. Cada segundo de cada uno de todos los días pasados a los que mi memoria reciente alcanza.

Me aferré a tu cuerpo, a tus labios, a tus sonrisas, a tu mirada, a tus palabras... Pensé que volverías. Me lo imaginé mil millones de veces; esperanzada. Pero hace poco me di cuenta de que ni siquiera fuiste mio. No lo fuiste nunca. Y es triste, sí; pero es lo mejor que me ha pasado en la vida. Fui feliz, ¿sabes? por primera y única vez me sentí completamente feliz; llena; desbordante de alegría; viviendo mis sueños; haciendo planes; dibujando un futuro maravilloso en el que tú y yo no dejábamos de abrazarnos. Fue maravilloso.

Durante todo este tiempo no he dejado que nadie se acercara. He dejado intacto ese mundo; he cerrado los ojos y el corazón; he negado el amor de otras personas; he apartado de mi lado todo atisbo de alegría; he intentado lamer mis heridas, de curarlas yo sola; he querido encontrarte de nuevo y he soñado contigo; he esperado tu regreso...en vano.

Daba mi vida sólo por un día más a tu lado. Fui ciega. Fui sorda. No quise ver la fuerza de los (tus) actos. No quise darme cuenta de que realmente era un juego; uno más; pero no para mi,yo no era una niña. Has sido lo mejor que me ha dado esta vida. Y no me arrepiento. No sería justo hacerlo.

No lo hago. Nunca lo haré. Y tengo motivos para odiarte. Y tengo motivos para expulsarte de mis recuerdos. Para encerrarte en lo más profundo de mi. Pero no lo haré. No lo haré por lo que fuimos. No lo haré porque tuve los sentimientos más puros que jamás pude creer. No lo haré porque durante ese año y medio fui real. Porque me sentí afortunada. Porque no hubo nadie en la tierra más dichosa que yo. Porque no se puede amar a nadie más de lo que yo lo hice contigo.

Pero ya es hora de volver a ser; es hora de nacer; de crecer; de vivir; de compartir; de gritar; de reaccionar; de ver; de tocar; de soñar; de ilusionar; de aprender; de conocer; de abrazar; de querer; de mimar; de besar; de sentir; de convivir;...de amar (y ser correspondida).

2 comentarios:

SERENA dijo...

A pesar de ser esto un espacio sin derechos de admisión, sólo espero no violantar tu intimidad comentando un relato tan interno.Me siento indentificada en el sufrir, no en el motivo pues en mi caso fui yo quien dejó de amar, y quien rompió un corazón en mil pedazos, pero cuando el corazón que rompes ha sido tan importante en tu vida, duele tanto o más como el propio. Sólo me gustaría decirte que el final de tu declaración es esperanzador; y para que así se produzca tendrás que desprenderte del dolor, porque, y sé de lo que hablo, ese dolor será tu escudo siempre para no tener que volver a entregarte de verdad. Tu desdén hacia los demás siempre se verá justificado por ese desamor pasado. Y tú perderás poder en las determinaciones de tu vida, porque tu mirada estará sesgada por el miedo a volver a sufrir. Reitero,espero no resultar invasiva,pues en las mismas estoy.

lancelot dijo...

...no sabes...no imaginas...lo que te busqué en esa meta...en esa que me acompaña aún...y me paraba ganador en el jadeo...y con las manos aun en mis rodillas por el esfuerzo...levantaba mi cabeza y buscaba tu mirada …y te decia gracias princesa por darme todo esto...te regalo todo lo que fui y en lo que me he convertido gracias a ti...toda mi fuerza...mi lucha, esa que alabas, y lo que conseguirè…toma...cuídalo y te cuidarè...para siempre..Ya sabes que eso si es tuyo.

No sientas haberme apretado en la arena...conseguí en gran parte lo que quería...darte fuerzas...no te correspondía ese lugar en el que te conocí...y esa emprenda, lo merece todo. Y además desde ahí...me he podido mirar dentro...no me conocía del todo.Gracias. Salté alto para alcanzarte...y pensé que solo hubiese necesitado varios impulsos para semejante altura, pero no me dio tiempo...que hubiese llegado...pues jamàs he tenido límites...campeón siempre.

Pero hoy después de ver tu "vida nueva"…me he dado cuenta de que mi lucha era para otro tipo de héroe. En todos los cuentos de príncipes y princesas siempre ella aguarda en su castillo…protegida…o retenida...esperándolo. Iba ciego de fuerza...fuerza por rescatarte...fuerza por amarte…tan ciego que me daba de bruces con las puertas de un castillo infranqueable, sin dolor…sólo coraje...todo pasiòn…todo ilusiòn…con murallas tan altas, solo salvables por aquellos principes con poderes voladores, poderes que yo, carezco. Has tenido suerte de conocerlos…ciento que no pudieras volar lejos y la Tierra de la Eternidad. Yo solo podía saltar alto como dices…pero no tanto…por muy campeón!

Hoy magullado por todos esos golpes…casi inconsciente aún me veo entre sueños perennes en mi imaginación ilusionada sin voluntad, con fuerzas para empujar esas puertas más y Mass…hasta tirarlas y alcanzar tu mano.

¿Es inercia?..Es un sueño del que no me quiero despertar?...es pureza?..¿Es único lo que siento cómo tal? No lo sé…y las caídas no me lo dicen…solo pienso en esa isla prometida...esa de la Tierra de la Eternidad a la que no te quisieron o pudieron llevar… y la que yo te ataría a mí…y en la que hubieras dejado de sufrir como oi que no pudiste dejar de hacer.


Desde que te conocí, siempre quise poder volar…sabia que desde allá arriba si te hubiera acariciado el alma, y aunque no era mía tu mirada perdida…me hubieras mirado…y en un instante lo habría conseguido, pero soy un príncipe sin alas…con Mass fuerza que ninguno en esta tierra..Pero sin alas.


En tu torre…esperanzada...te dieron calor mis golpes, mi energía, mis poemas y serenatas…mis gritos dicièndote lo ùnica que eres…lo linda y bella… lo mucho que vales…lo feliz que te harìa...y aunque me haya desangrado en el esfuerzo…siento que ese calor te ayudò y no se disipó en vano.

No lo olvides.
No te olvido.

Y si se puede amar aun más…