jueves, 25 de diciembre de 2008

Un buen consejo

Cuando la mierda te llegue al cuello, cierra la boca.

Knock down

En este ring de piel y huesos en el que (mal)vivo. Como una especie de árbitro de mi propia lucha interna.

Al lado derecho, los sentimientos (polarizaciones que hace nuestra mente de los hechos, y que dan forma a la felicidad; su origen es el resultado del movimiento de las cargas emocionales a las cuales nuestra mente se ve sometida por la variación del medio; la mente establece el objetivo y los hechos fomentan o contrarrestan su consecución y preservación; la variación del estado preferente que hace la mente del objetivo, induce en ella el sentimiento que la motiva a actuar; necesitan de una razón o cauce para ser satisfechos y hacernos sentir equilibrados).

Al lado izquierdo, la razón o la lógica racional (facultad en virtud de la cual el ser humano es capaz de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos y así inducir o deducir otros distintos de los que ya conoce; así, la razón humana, más que descubrir certezas es una capacidad de establecer o descartar nuevos conceptos concluyentes o conclusiones, en función de su coherencia con respecto de otros conceptos de partida).



Un jab con mucha fuerza de la razón intenta distraer momentáneamente a los sentimientos, siempre tan obstinados; infructuosamente pues un directo de los sentimientos sorprende a su adversario. El combate no ha hecho más que empezar y la razón ya está tendida en la lona. Ésta se levanta enérgicamente, y ambos adoptan una posición defensiva. Cuidando minuciosamente cada pequeño movimiento. Un baile de figuras sincronizadas, uppercut, hook, swing, crochet...este lenguaje es completamente nuevo para mi. Y suena la campana, fin del primer round.


Ha comenzado una dura batalla, que cada cual implemente su táctica,y...que gane el más fuerte.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Imposible seguir gritando en silencio...necesito un grito aunque sea ahogado, parecido a un murmullo, pero continuo en el tiempo, que alivie un poco a este pecho que estalla.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Me, myself and I

De aquí, de allí, de ninguna parte. Me siento una extraña en cada sitio, a cada momento. Como si otra persona hubiera entrado en mi cuerpo y se hubiera adueñado de mi, robándome todo aquello que me hacía ser yo. Vaciándome.

Sin ganas de nada.

Una y otra vez recorriendo caminos con pocas letras y demasiadas interrogaciones; premio de natalidad en mi cerebro. Levantada entre sueños. Sugestionando mis capacidades e incrementando mis limitaciones. Perdida. Desesperada.

Sin saber a dónde se dirige este tren. Buscando una parada que nunca llega, intentando hacer sonar la campana. Que llegue el revisor a pedir los billetes porque el mio no tenía un recorrido tan largo y quiero apearme en la próxima estación. Más rápido y con menos curvas por favor.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Non stop

En esta montaña rusa que siempre ha sido mi vida.
Que se pare el mundo, que yo me bajo.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Tonight, good night

Sigue tocando en mi ventana esa dulce melodía mientras yo continúo "ll"urmiendo profundamente. Hasta mañana.

sábado, 29 de noviembre de 2008

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Sueños de una noche de verano

Ahora mismo me gustaría estar tirada en la arena, robándote la toalla y sintiéndo cómo las granitos de arena se colaban entre mi ropa e iba conquistando un trocito más de tu espacio, sólo para sentirme aún más cerca de ti.

Estar tumbada a tu lado, oído con oído, mirando las estrellas. Escuchando el sonido de las olas al romper en la orilla. Buscando, como siempre lo hacía, una estrella fugaz a la que pedirle que este momento no se acabara nunca; que lo que hay (había, habrá...) entre nosotros: tan maravilloso, perfecto, increíble, auténtico, único...sea eterno. Y entonces, cerrar los ojos, y en ese mágico momento, sentir el calor de tus labios en los mios y cómo tus manos me desabrochan del mundo.

Pasado y presente

A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas, algunas simplemente pasan por ella, casi sin rozarla, otras logran alcanzar tu mano; pero sólo una, consigue llegar hasta tu corazón.

Te levantas de la cama un día y sientes que tu vida por fin tiene sentido; y que has dejado de hacerte la misma pregunta de cada mañana.

Tú eras el sentido de mis días. Tú eras la razón de mi sonrisa. Tú eras todos los sentimientos que nadie supo transmitirme ni despertar en mi. Tú eras cada uno de mis pasos pasados y de los que me quedaban por andar, porque en ese momento comprendí que todo lo que había vivido me había llevado directamente a ti, para amarte.

Tú, eres.

Y no hay palabras suficientes para explicarlo. Porque puedo haber escrito mil cuentos a lo largo de mi vida, puedo haber regalado te quieros a otras personas, puedo haber compartido buenos momentos...pero desde el primer instante en que te besé supe que quería estar contigo, que quería cuidarte y amarte por siempre; y las palabras, los gestos, las miradas...todo...lo pasado...se esfumó de mi memoria. Se fue haciendo cada vez más lejano. Como una persona que ve desde fuera una vida ajena.

Y poco a poco me fui llenando de ti: de tus besos, de tus abrazos, de tus caricias, de tus te quieros, de las razones queescribí para ti cuando cumplimos 8 meses, ¿recuerdas?...porque no había nada mejor en el mundo que un día contigo. Nunca había comprendido cómo dos personas podían estar juntas cada uno de los días de su vida. Y a mi, cada día me parecía poco contigo, siempre quería más; parar el tiempo y vivir contigo eternamente (en sábado).

Querer a alguien hasta que duela. Y duele. Mucho. Sientes cómo te mueres por dentro.

Pero haga lo que haga no he conseguido que vieras un poquito dentro de mi, para que te dieras cuenta de lo mucho que te amo, de que eres todo para mi. De que ya nada tiene sentido. De que intento arrastrar los pies por este mundo, pensando la manera de llegar nuevamente a ti. Sin conseguirlo. Capaz de amarte por siempre, incapaz de saber cómo demostrártelo.

Vivo en el el recuerdo de tenerte. Vaciándome poco a poco. Y haciéndome cada vez más pequeña. Consumiéndome. Aferrándome al mundo que inventamos juntos. Feliz en el pasado. Viviendo entre lágrimas el presente.

Y sonrío cuando pienso en ti, deseando transportarme nuevamente a la última noche que pasamos juntos (o a cualquiera, porque no hay nada desde entonces), sin querer olvidar cómo me hace sentir el calor de tu cuerpo desnudo contra el mio, sin querer perder el olor de tu piel, sosteniendo con fuerza tu cabeza contra mi pecho y acariciándote hasta que me duelan las manos, oyendo palabras dulces salir de tu boca, luchando contra los relojes para que no saliera el sol. Contando estrellas a través de la ventana trasera de tu coche. Llenándome de ti. De nosotros. Para poder soportar este invierno tan frío.

Tratando de averiguar en qué parte del camino dejamos de ser nosotros, para deshacer mis pasos y traerte de nuevo conmigo. Y que nada jamás vuelva a separarnos. Me pierdo sin tus pies andando a mi lado y tu mano sujetando con fuerza la mia.

Debí haberte dicho tantas cosas que pensé que ya sabías; debí haberte besado más intensamente para aún sentir tus labios junto a los mios; debí haberte abrazado tan fuerte que aún no pudiera respirar; debí haberte contado mil cosas que te ayudaran a comprender(me); debí haberte dicho cada segundo lo mucho que te amo (y aún así hubiera sido insuficiente)...

No debí haber confiado en que te transmitía lo que sentía con sólo mirarte.Me equivoqué. Una y otra vez. Y me gustaría que esto tuviera un manual de instrucciones para así saber cómo hacer las cosas bien. Pero no lo encontré en la caja. Y ahora me sobran piezas, o me faltan. Y mi cabeza se ha vuelto loca de tanto pensar(te).

Una antigua leyenda cuenta que al nacer nos parten por la mitad, y es nuestra misión en la vida encontrar a la otra parte. Yo te encontré.

Y el problema ahora es que mi pasado es mi presente, porque toda mi vida eres tú: ayer, hoy y siempre. Porque no recuerdo nada más que el último año contigo, porque no quiero vivir nada que no sea a tu lado, porque cuando me miro te veo, porque cuando no te veo me muero. Porque me paso los días metida en la cama tratando de controlar mis sueños para encontrarse cada noche en ellos y sonreír de nuevo juntos.

Me pierdo cada día, intentando encontrarte en alguno de estos caminos. Cuando consigo verte, corro y corro, lo más rápido que puedo hacia ti, con los brazos abiertos; pero es como si yo misma me pusiera piedras para caer en el camino, que me impiden alcanzar tu mano. Y me gustaría que tú también corrieras hacia mi, para que el camino fuera más corto, y entonces saltar encima tuyo y abrazarte mientras te lleno de besos y sonrisas; y nunca más dejarte ir. Y como dicen los cuentos: ser felices y comer perdices.

martes, 4 de noviembre de 2008

Lejos, muy lejos...pero sin atreverme a soltar tu mano

Deseos

Es desear acostarme y descubrir tu olor en la cama.

Es desear que a mi cama le salgan brazos y piernas que me abracen fuertemente y me hagan sentir tan segura como antes.

Es desear que mi almohada respire profundamente en mi oído, como tú hacías. Para así lograr dormir plácidamente con la música que sale dentro de ti. Sintiéndote a mi lado, cada noche.

Es desear encontrarte casualmente entre las sábanas y descubrir que nuestros cuerpos han vuelto a ser uno. Para no separarse jamás.

Es desear despertarme en medio de la noche y sonreír mientras te veo acostado a mi lado, y volverme a dormir con la esperanza de despertarme de nuevo, con los primeros rayos de luz, y volver a verte a mi lado, y entonces poner la cabeza sobre tu pecho y besarte, y quedarme nuevamente dormida junto a ti.

Es desear que sobren las mantas y tenga calor, porque tu cuerpo me abriga en la noche.

Es desear hacer el amor contigo en medio de la noche, entre sueños, y volver a caer rendida en la cama, para despertarme y volver a hacerlo de nuevo.

Es desear traerte el desayuno a la cama, y llenarte de chocolate y besarte hasta que no quede gota.

Es desear escribirte una carta y guardarla debajo de tu almohada las noches que no pueda dormir contigo, o las mañanas que tenga que levantarme antes que tú, para que nunca olvides que estoy contigo. Siempre.

Es desear levantarme contigo y ducharnos juntos, y que se nos haga tarde para ir a trabajar, pero aún así nos regalemos besos y abrazos, caricias por todo el cuerpo. Y tengamos que terminar de vestirnos de camino a la oficina. Con el pelo aún mojado y empezándo a rizarse, riéndonos durante el trayecto, recordando.

Es desear sorprenderte cualquier noche con una cena para dos. Con velas y vino. Y que la cena se enfríe porque no podemos dejar de amarnos.

Es desear sorprenderte disfrazada un día al llegar a casa.

Es desear que cocinemos juntos y nos llenemos la cara de comida pringosa. Y nos manchemos la ropa, y tengamos que quitárnosla.

Es desear ver una peli contigo en el cine y escribirte palabras con mis dedos. Diciéndote lo mucho que te amo.

Es desear tatuarte mil palabras con un boli en tu espalda, para que cuando llegues a casa puedas leerlas en el espejo antes de ducharte. Y no quieras borrarlas porque quieras llevarlas contigo.

Es desear que hagas dibujos en mi cuerpo con mis lunares. Y me hagas cosquillas mientras escribes.

Es desear conocer cada día un poco más de ti, sentirte más cerca y más mio. Eliminar las barreras.

Es desear hacer esa colección de pelis de la que hablamos, para acostarme contigo en el sofá del salón a ver la tv durante horas; sin mirar la pantalla, sino mirándote a ti.

Es desear que todas las personas con las que quieras estar sea yo. Y para ti, sea suficiente.

Es desear contarte todas las cosas que siempre he callado y que llevo dentro.

Es desear que te quedes dormido cada noche mientras acaricio tu pelo. Y dices cosas entre sueños, sin sentido, y yo río, feliz, sintiéndote tan pequeñito, tan mio.

Es desear conocer el mundo contigo, hacer nuestros mil lugares en el extranjero y volver a visitarlos cuando seamos mayores y revivir todos esos momentos. Y que sean mejores aún.

Es desear que no se acabe la lista de deseos que tengo para nosotros. Y que cada día podamos añadir uno nuevo. Cada uno. Un proyecto.

Es desear crecer juntos y hablarnos entre miradas. Y que sobren las palabras, pero no las caricias y los besos.







...














Es desear...¿lo imposible?

lunes, 3 de noviembre de 2008

Y tú, ¿qué disfraz llevas puesto hoy?

Anoche estuvimos hablando de los principios y valores. ¿De empezar e invertir?. En qué momento hemos perdido la confianza en las relaciones personales, ya no simplemente de pareja, sino de amistad, de familia, etc.

La sociedad está abocada al fracaso. Miramos con recelo cada gesto, cada detalle...precavidos de lo que viene detrás. Buscamos el porqué, o más bien, el para qué. Cuando ya no hay detalles desinteresados, sino que todo se convierte un medio para un fin. ¿Pero cuál? Pues ya no sabemos ni nuestras propias metas. Pisar o que te pisen. Parece que se ha convertido en la máxima diaria de la vida moderna.

Y yo me río, y esta vez, por no llorar.

Principios y valores invertidos; un nuevo darwinismo se ha intaurado en la mentalidad de las personas del siglo XXI; un siglo de evolución y progreso en teoría; pero en retroceso de las experiencias vitales más básicas. Recelo. Miedo y desconfianza. Buscamos la trampa en cada paso del camino; un camino que a mi cada día se me hace más oscuro y dañino. Supervivencia.

Nos cuesta cada día más confiar. Nos escondemos dentro de nosotros mismos. Intentamos desenmascaras las sonrisas y las palabras bonitas, incluso en ocasiones, cuando no deberíamos. Volviéndonos parte de este rol. Contaminándonos. Uniéndonos a esta masa que avanza sin cesar; olvidando lo que éramos, lo que somos y perdiendo de vista lo que siempre hemos querido ser.

Preferimos engañar a ser engañados; y nos metemos en este bucle sin fin, maestros del disfraz de los sentimientos. Y todo por si acaso, para que el otro "no te la haga".







Hoy en día, qué difícil es encontrar a una persona íntegra.

jueves, 30 de octubre de 2008

Un día más, un día menos...

Cuando todas las palabras que puedo escribir o hieren con su filo o se mojan en mis ojos.

lunes, 27 de octubre de 2008

Pau&Pau

Como en Melinda&Melinda, siempre puedes tomarte las cosas de dos formas totalmente diferentes; ante unos mismos acontecimientos, el resultado puede ser el opuesto. Uno llevarte al precipio, el otro conseguir salvarte.

Tú decides quién quieres ser, tú decides cómo quieres afrontar los baches que encuentras en tu camino.

Sólo tú tienes la posibilidad de dibujar sonrisas en tu cara y en la de los que te rodean. No plantes gotas saladas, si sabes que en tu jardín pueden crecer árboles de caras alegres.

domingo, 26 de octubre de 2008

Be positive

Ponte guapa por fuera, para que las demás personas no puedan ver las ruinas que hay dentro de ti. Ocúltalas, ponte maquillaje. Arréglate. Sal a la calle y diviértete. Corre, salta, grita y no te detengas un momento. Intenta ser tú y reír como antes. No dejes que lo noten. Que no miren tus ojos. Ponte las gafas de sol aunque esté nublado. Sal de tiendas y busca algo que quite el aliento. Mírate al espejo y pícate un ojo a ti misma. Te ves fabulosa. Rímel y gloss. Una gota de perfume. Estrena tus zapatos nuevos. Un poco de brillo en tus uñas. Córtate el pelo. Pide una copa. Régalate un cuento. Sube la música a todo volumen y baila delante del espejo. Date un capricho. Sal a la calle y pásalo bien. Ve tu película favorita. Enciende las velas de tu habitación. Una copa de vino, o dos o tres. Llueve y no lleves paraguas. Canta lo más alto que puedas. Ríe cuando quieras llorar. Deshazte de pensamientos insanos. Sé positiva. Lleva esa falda que te queda tan bien. Tacones bien altos aunque duelan los pies. Chocolate y helado no pueden faltar. Lleva ropa interior sexy. Mima tu cuerpo. Intenta ocupar tu tiempo. Sal de fiesta. Pierde el control. Baila encima de la barra del bar. Una botella de tequila, limón y sal. Sal a la calle aunque quieras llorar. Queda con tus amigas. Sueña. Vuela. No cambies. Oculta el dolor.

sábado, 25 de octubre de 2008

No es justo

¿Quién...?

¿Quién me enseñó a soñar?
¿Quién me mostró ese mundo que ahora no puedo abandonar?
¿Quién me dijo que podría ser feliz hasta el delirio?
¿Quién me dibujó alas para volar?
¿Quién pintó mi mundo de colores y no dejó nada con que borrar?
¿Quién me descubrió la magia que había dentro de mi?
¿Quién inventó un lugar donde los problemas desaparecen?
¿Quién me animó a luchar por mis ilusiones con todas mis fuerzas?
¿Quién escribió en mi piel la pregunta que cada mañana al despertar me formulo incansablemente?
¿Quién me dio fuerzas para continuar cuando nada me hacía sonreír?
¿Quién me hizo creer que podía vivir en ese cuento toda mi vida?
¿Quién dibujó en mi cara la mayor de las sonrisas?
¿Quién cubrió mis ojos de lágrimas de felicidad?
¿Quién acarició mi piel hasta hacerla suya?
¿Quién abrazó mi alma y le dio el calor que tanto necesitaba?
¿Quién hiló cada pedacito de mi con una fibra invisible y me pegó a su cuerpo?
¿Quién me enseñó el poder del deseo y la fuerza del amor?
¿Quién me dormía cada noche entre sus brazos?
¿Quién me robaba el aliento cuando se marchaba de mi lado?
¿Quién fue capaz de mirarme a los ojos y ver dentro de mi?



...



¿Quién escribió este caprichoso destino?
¿Quién mueve las piezas de este cruel juego?
¿Quién me quita el calor que queda en mi cuerpo?
¿Quién me despierta en la noche y mata mis sueños?
¿Quién capturó mi sonrisa y la tiene presa?
¿Quién se llevó mis ganas y fuerzas?
¿Quién me robó el interés por lo nuevo?
¿Quién me cortó las alas que no encuentro en mi espalda?
¿Quién hizo todas las conversaciones vacías?
¿Quién...?








...










Yo

lunes, 20 de octubre de 2008

Escribiendo cartas en sueños

Soñando letras con sabor amargo

domingo, 19 de octubre de 2008

Sweet Childhood

El viernes pasado mientras estaba en clase, entre instrumentos de planeamiento mi mente voló muchos años atrás. No sé cómo, pero me transporté en el espacio-tiempo a un lugar y momento que tenía escondido en un rincón olvidado de mi memoria, del cual no me había acordado en...unos quince años, que se dice pronto.

Al ver reflejado en la pantalla el primer plano que he visto en el master y los colores del mismo, los diferentes sectores que aparecían reflejados, miré mis manos y mi cuerpo y noté cómo se iban haciendo pequeñitos y la silla en la que me encontraba se elevaba; ya no estaba sentanda en la mesa de la universidad, sino en la mesa de arquitectura de mi padre, en el estudio antiguo.

Lo recuerdo como si fuera hoy. Me alucinaba ir a ver a mi padre trabajar. Cuando iba me dejaba sentarme en aquella silla tan alta y en su mesa, sorprendida por lo grande que era, su inclinación y esa regla tan grande que se movía con unos pequeños hilos de arriba a abajo de la mesa.

Me encantaba ir allí porque había miles de lápices de colores y mi padre me daba planos para que los pintara.

Y, quince años después del momento descrito, empiezo a comprender porqué empleaba esos determinados colores en los planos y no otros.

Es sorprendente llevar toda la vida diciendo que jamás haría nada relacionado con la arquitectura, y acabar encontrándola en todos los ámbitos de mi vida.

Ya no uso colorines para pintar los planos, pero el viernes volví a sentirme como una niña que coloreaba planos sentada en las piernas de su padre, encantada, segura.

sábado, 18 de octubre de 2008

I need a reason to believe...


...pero todo lo que me rodea me mata...día a día...

miércoles, 15 de octubre de 2008

Autodestrucción

Cuando te sientes triste, en lugar de intentar sonreír, parece que nos hundimos más en el propio agujero que hemos ido creando, excavando hasta lo más profundo, hasta enterrarnos.

Música melancólica, fotos, e-mails, mensajes de texto...todo, cualquier cosa que nos haga sentir aún más miserables. Una y otra vez, lees aquello que tanto ansías descubrir; te quedas horas viendo momentos que quieres repetir; gastando paquetes de kleenex, subiendo aún más la música, por si acaso el vecino aún no se ha percatado de que hoy no tienes ganas de fiesta y no lo despiertas a las 2 de la madrugada entre risas y copas.

No, hoy te sientes mal, y aún peor que lo harás. Miras el teléfono cada dos minutos, como si con tu mente pudieras hacer que la llamada que esperas surgiera de la nada; no, ni el correo que abres intermitentemente, ni un mensaje parpadeando en color naranja en la barra de tu pantalla. Nada.

Y otra canción aún peor que la anterior. Y los kleenex se terminan. Te levantas de la cama en la que has pasado todo el día y vas al baño, no quieres mirarte en el espejo, hoy ni tu sombra luce bien; agua fresca para hidratar tu cara. El mismo pijama que llevabas ayer. No importa. Vuelves a la cama.

¿Helado? Demasiado tópico-típico. Ni siquiera tu helado preferido puede hacer que te levantes, sabes que está esperándote en el frigorífico, pero sigues entre sábanas. Te sientes segura. La persiana bajada, no sea que entre luz. Como los vampiros.

Te sabes de memoria los mensajes, pero aún así te empeñas en releerlos, con o sin lágrimas, pues sabes que antes o después vendrán.

El dolor nos hace sentir vivos, aunque en ese momento pensemos que nos morimos. Hoy se acaba el día, pero sabes que mañana también vendrá la melancolía a llamar a tu puerta.

sábado, 11 de octubre de 2008

El peor sentimiento del mundo es sentirte totalmente sola, estar rodeada de mil personas y sentirte completamente vacía; ajena a cualquier conversación o actividad. Las palabras carecen del sentido que antes solías darle, los gestos son equívicos e irrelevantes, las risas te parecen sordas, como si alguien le hubiese bajado el volumen a la banda sonora de tu vida.

No hay nada que consiga llenar este espacio tan grande que hay en mi desde que no estás. Y sin quererlo estás en todos sitios aunque no estés. Y te veo en la parada del metro, corriendo a mi lado en el gimnasio, sentado junto a mi en la barra del bar, en clase sonriéndome cuando no mira el profesor; te veo en todas las palabras que callo, en todas las sonrisas que guardo, en todas las caricias que deseo darte, en las canciones que escucho y los libros que leo, en las personas que pasan, en lo que soy...te siento en mi, pero al mismo tiempo, muy lejos.

Y entonces llegan las lágrimas, y siento cómo descienden por mi cara, y se encuentran en la barbilla, una tras otra, cada noche, hasta que por fin consigo caer rendida, recordándote, recordándonos...

lunes, 6 de octubre de 2008

Algo que encontré

-No tengo miedo de perder, tengo miedo de perderte a ti.

-No tengo miedo de gritar, tengo miedo de no poder gritar contigo.

-No tengo miedo a volar, tengo miedo a caerme y que no me puedas salvar.
-
-No tengo miedo a mirar, tengo miedo de no poder mirar en el mismo instante que tú.

-No tengo miedo a callar, tengo miedo a quedarme sin voz y no poder decirte: te quiero.

-No tengo miedo de llorar, tengo miedo de que jamás puedas volver a verme haciéndolo...que jamás puedas limpiar mis lágrimas y calmar mi llanto.

-No tengo miedo a morir, tengo miedo de que quien muera seas tú.

-No tengo miedo a nada, pero tengo miedo a todo SIN TI.

domingo, 5 de octubre de 2008

Me faltas

Mi cuerpo está frío desde que no le das abrigo con tus abrazos.
Mi corazón está triste y se siente vacío desde que no podemos compartir miradas con palabras entre suspiros.
Mis manos lloran reclamando tu pelo, pidiéndome a gritos acariciarte hasta el alba.
Mi nariz busca sin pausa el olor de tu cuello.
Mis labios sangran recordando el sabor único de tus besos.
Mis orejas se han vuelto sordas a todas aquellas palabras que no saben dulces como de tu boca.
Mis ojos me duelen de tanto forzarlos para soñarte despierta.
Mi pecho palpita, añorando tus manos colándose por mi camisa.
Mis piernas buscan encontrarse a las tuyas entre las sábanas.
Mi espalda no entiende porqué esta noche no encuentra tu torso.
Mis brazos añoran abrazarte con fuerza, atraerte hacia mi e intentar convertirnos en uno.
Mi cuello me pide tu saliva y tus labios.
Mi vientre espera que apoyes tu cabeza y te quedes dormido.

miércoles, 1 de octubre de 2008

...

Llevo días intentando escribir, pero en vez de letras salen lágrimas; unas tras otra, como si alguien estuviera tecleándo mis ojos, escribiendo un texto que no para de crecer. Sin puntos y aparte.

Me siento delante del ordenador (pensaba que ahora sería más fácil pues vuelvo a tener uno propio), pero no. No. No puedo. Es como si todo lo que llevo dentro no quisiera salir. Tengo miedo. Mucho miedo.

Y ahora mismo, sólo querría hundirme en tus abrazos.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Harta de tener que medir a cada paso los malditos costes de oportunidad

martes, 23 de septiembre de 2008

Como el título...









...

...Y no...

Corazón coraza. Mario Benedetti


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Señales


A veces es imposible evitar las señales...


jueves, 18 de septiembre de 2008

¿Intentas cambiar el mundo o intentas que el mundo no te cambie a ti?

Si hay algo que me parece complicado, incluso más que intentar cambiar el mundo, es intentar que el mundo no te cambie a ti.

Cada día vivimos un millón de experiencias, desde las más básicas y esenciales a las más reconfortantes y superiores. Cada día elegimos nuestro camino, con cada decisión que tomamos basada en la tan recurrente teoría del libre albedrío. Somos seres libres, con capacidad de deliberación y actuación.

Estamos ante la realización de una acción por un agente no-condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad.

Las personas somos libres de ir trazando nuestro propio destino. Elegimos, actuamos, interaccionamos con el mundo en el que vivimos. Pero muchas veces, la propia voluntad referida, es condicionada por factores externos; daños colaterales de la realización de la libertad ajena. Daños que hieren nuestra conciencia y que condicionan nuestro actuar futuro.

Teoría acción-reacción; como a un mono al que someten a diferentes estímulos: descarga eléctrica (error=castigo), plátano (acierto=premio). Huímos de aquellas experiencias que en el pasado nos resultaron perjucidiales, para acercarnos únicamente a las vivencias que nos dan felicidad.

El miedo a sufrir. Podemos ser personas completamente dichosas, desbordantes de alegría; pero si hay un sentimiento capaz de poder arruinarlo todo, es el miedo a ser feliz. El miedo a las consecuencias de nuestra felicidad. El caer al infierno después de haber experimentado el cielo.

Y entonces, recurrimos a consideraciones deterministas del concepto de la libertad: resultados inevitables de causas previas (todo lo que pasa tiene una razón de ser). Y nos conformamos con esta reducción absurda, en lugar de buscar las causas de "lo que pasa"; para que cuando vuelva a ocurrir sepamos superar el bache que impidió continuar nuestra felicidad.

Perjuicios que derivan en prejuicios. Condicionantes de nuestra futura experiencia. Determinantes de nuestro actuar.

El principio de las posibilidades alternativas es un requisito para la libertad; condición inherente a la vida humana. Si suprimimos las alternativas, nos convertimos en seres no libres, cuyo comportamiento está marcado a priori por una coerción que resulta irresistible.
Ojalá los 2/3 de agua de mi cuerpo se gastaran de una vez...

viernes, 12 de septiembre de 2008

La niña de Marte

Hace unos días vi una peli titulada "El niño de Marte" (se las recomiendo), y desde entonces me siento totalmente identificada con el niño: excéntrico, diferente, inadaptado, desubicado...

De pequeña no me encerraba en una caja de cartón para que no me diera la luz del sol (perjudicial para la piel marciana); ni me hacía falta ponerme crema protectora (daño producido por los rayos uv), gafas de sol y paraguas (la luz no es buena, como hemos dicho) para salir a la calle (aunque es cierto que tengo alguna que otra foto con paraguas dentro de casa).

Pero me siento extraterrestre viviendo en otro planeta: estudiando a los humanos, conviviendo con ellos y sorprendiéndome cada día más de sus costumbres. Adaptándome.

El cinturón de pesas (hecho con pilas) a veces debería usarlo (o, en su defecto, las pesas en los tobillos, que son más discretas) porque tiendo a volar demasiado a menudo y no he aprendido aún a aterrizar sin que duela.

Uso un lenguaje diferente y me cuesta entender a la mayoría de las personas con las que me relaciono porque veo las cosas desde otra perspectiva. No distingo bien la fantasía de la realidad. Me pierdo entre sentimientos y contradicciones. Observo, pero no comparto causalidades. Lógica-racional hasta que mi corazón ataca a mi cabeza...

Ser marciana en la Tierra no resulta fácil.



Vivo en el planeta rojo. Y nunca mejor dicho.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Run away

Cuando tratas de evitar algo, acabas encontrándolo en cada esquina.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Cada día que pasa más cuenta me doy de que este mundo no está hecho para mi...

sábado, 6 de septiembre de 2008

El problema de colgarse, es que puedes acabar ahorcada.

Forever Friends

Una promesa de una charla entre el humo de un café. Había pasado ya mucho tiempo desde que nos vimos por última vez. Y allí estaba yo, he de reconocer que algo nerviosa ante una cita que se había demorado unos seis años. Seis años, ¿cómo es posible?

Un vistazo a la pantalla del móvil para ver la hora, mientras buscaba con la mirada entre las personas que pasaban una cara familiar. Un abrazo tímido y una puerta que me llevaba al pasado, pero que al mismo tiempo tenía un largo pasillo que recorrer hasta el presente. Cambiamos el café por un refresco y empezamos a hablar.

Y todo a mi alrededor se transformó y estaba sentada en un pupitre y una silla verdes, con el ambiente cargado del polvo de la tiza de aquella clase en la que compartimos tantas confidencias. Historias, aventuras, sueños, realidades...hojas de cuadernos con relatos y dibujos. Un futuro por el que lucharíamos y al que hoy llamamos presente.

Amigos. Buenos amigos.

Una puerta que se abre, con la promesa de más cafés y con la esperanza de que no pasen nuevamente seis años.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Colores en el aire

Kilómetros en la cama. Vueltas y vueltas sin descanso. Contrarreloj. Las horas pasan y el sueño no llega. Otra noche más. El reloj da las 3, las 3.30, las 4...Es hora de levantarse, lavarse la cara con agua bien fría e ir a trabajar.

Cierro los ojos y es como si estuviera metida en ese cuadro de Monet, no recuerdo su nombre; está atardeciendo y se ve el mar. Pero mi cuadro; el de mi mente, es más oscuro. Veo las luces de las farolas reflejadas en la superficie del mar, pixeladas; las veo borrosas porque yo misma me siento difuminada en el Espacio-Tiempo de este lugar y momento. Y me encantaría esfumarme, que una mano invisible extendiera el carboncillo hasta que la pintura fuese haciéndose cada vez menos nítida y las formas apenas se apreciasen en el lienzo. Y luego, otra mano volviera a rehacer el dibujo; un fondo nuevo de vivos colores. Y también se vea el mar, azul turquesa. Y al fondo una barca, como las de los pescadores que salen a faenar bien temprano y llegan al pequeño puerto del pueblo cuando las ventanas empiezan a abrirse y la gente a desperezarse. Como cuando era muy niña. Y también, por qué no, una gaviota surcando el cielo, veloz en el horizonte. Y el Sol saliendo.

Y allí, en medio del paisaje, el pincel te dibuje a ti también, a mi lado. Y el cuadro ya esté completo. Por siempre. Juntos.













Soñando despierta.

jueves, 4 de septiembre de 2008

miércoles, 3 de septiembre de 2008

La tristeza trata de alcanzarme, pero yo soy más rápida.

Tu recuerdo vive en mi, no te olvidaré

Cómo pasa el tiempo...Tres años.

No había querido ni siquiera recordar qué día fue el sábado pasado ni lo que significa para mi. Tres años y no me permití el "lujo" de pararme un sólo segundo a pensar en ti y caer nuevamente en la melancolía de recordarte. No dejé que mi mente regresase a un pasado más lejano que los últimos dos años. ¿Qué triste verdad? Estaba sentada en aquel banco de la iglesia, sin escuchar una sola palabra. No me encontraba allí, estaba a miles de kilómetros de distancia. Evasión.

Este año no hubo flores. No hubo recuerdos ni fotos. Tampoco pesadillas bañadas por ese odioso sudor frío.

Pero hoy, viendo una película en el cine tuve que detener unas lágrimas que saltaban rebeldes de mis ojos. No pude evitarlo. Me imagino momentos en los que sé que no podrás estar; momentos que me hubiera gustado compartir contigo. Como ese de la peli. Y siento una envidia terrible. Mil y una preguntas que hacer sin respuesta.


Te extraño.

martes, 2 de septiembre de 2008

Historia A. Parte I: Crash

Hacía ya varios años que se conocían, o al menos, esa era la sensación que ambos experimentaron durante las primeras horas de aquella conversación que se alargaría hasta el alba. Habían torpezado en la terraza de la discoteca de moda del verano, huyendo del ambiente cargado que se respiraba en el interior. Demasiada gente. Años atrás habrían amanecido dueños de la pista de baile, ahora estaban exhaustos después de un largo viernes de trabajo.

Ella había sacado un cigarillo de su minúsculo y carísimo bolso italiano, e intentaba en vano hallar el encendendor que pensaba se encontraba en su interior (¡mierda! Elena siempre me roba el mechero, pensó, sosteniendo inútilmente el pitillo entre sus labios); pero allí estaba él, alto, moreno, de ojos pardos y una sonrisa encantadora. Extendió rápidamente su mano y una llama apareció entre sus dedos como por arte de magia. Magia que no había hecho más que empezar aquella noche.

- ¡Gracias! ¡Me has salvado! Hola, me llamo Carlota.

Máximo, que así se llamaba él, se quedó aún un par de segundos anonadado ante su belleza antes de reaccionar...

- ¡Ay! Yo...Mi nombre...es Máximo...Max, un placer.

Y llegaron los dos primeros besos de la pareja, algo torpes y nerviosos.

La terraza estaba prácticamente vacía, a excepción de un par de personas que habían decidido continuar la fiesta afuera, en los incómodos asientos de mimbre que se distribuían por el diáfano espacio.

Comenzaron a hablar, al principio de cosas triviales: el trabajo, el verano...Rememoraron las locuras vividas durante los pasados años universitarios. Hablaron del ayer y del mañana. De los planes que tenían, de los sueños que les quedaban por cumplir... Se sorprendieron una y otra vez de las cosas que tenían en común.

Los primeros rayos de luz comenzaron a surgir entre las madrugadoras nubes. La música se apagó y los chicos se miraron a la cara sonrientes:

- ¿Hasta la próxima?
- Hasta la próxima

Las amigas de Carlota la esperaban hacía rato en la puerta de la discoteca.

- ¿Pero dónde coño te has metido en toda la noche putilla? Espero que por lo menos esté bueno, para habernos tenido aquí fuera esperándote desde hace media hora. ¿No escuchabas el teléfono?

Ella no respondió, estaba repasando mentalmente las últimas horas. Maravillosas. Dulces. Alucinantes.

A él lo esperaban sus amigos ya en el coche, se subió en el asiento del copiloto y justo cuando iban a marcharse se dió cuenta de que no le había pedido su número de teléfono. El tiempo había pasado tan rápido que se había olvidado de aquel pequeño pero tan decisivo detalle. Max se bajó corriendo del coche cuando empezaba a arrancar y se dirigió hacia el grupo de chicas.

Metió su mano en el bolsillo trasero de su vaquero y sacó una tarjeta de visita que extendió a Carlota.

- ¿Me llamarás?
- Lo pensaré, dijo ella, y le guiñó un ojo.








**Continuará...**

lunes, 1 de septiembre de 2008

Toco tu boca dibujando sonrisas

Rayuela. Capítulo VII Julio Cortázar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

viernes, 29 de agosto de 2008

Muak

Hace aproximadamente un año leí un artículo en una revista, no recuerdo cuál y la verdad es que no es nada trascendente. El contenido del mismo lo tengo algo difuso. Se trataba de un estudio científico que explicaba cómo las mujeres con el primer beso que damos sabemos si realmente puede funcionar una relación.

Sólo eso, un beso. Un beso y te das cuenta de si la persona que está enfrente tuya y acaba de separar sus labios de los tuyos es la persona con la que compartirás mil y una anécdotas.

Curioso.

Y la verdad es que hace casi un año sólo necesité eso, un beso, para darme cuenta.







Un beso de los que te hacen volar. Un beso que te despega del suelo. Un beso que te suspende en el cielo mientras una música de fondo invade el espacio. Un beso dulce. Un beso suave. Un beso que encierra futuro. Pasión. Un beso que deseas no termine nunca. Un beso. El primero y el último. Único. Un beso eterno. Un beso que hace desaparecer el pasado, el presente y el futuro. Transformador. Un beso mágico. Un beso rodeado de fuegos artificiales. Un beso que te llena por dentro. Un beso de sonrisas. Complicidad. Un beso cálido. Un beso con miradas brillantes. Un beso invisible, porque hace desaparecer todo cuanto te rodea. Un beso creador de mundos, el que construimos en torno a éstos, nuestros besos. Un beso con la nariz roja y la cara pintada de blanco. Un beso, tras otro; un día, otro día; hoy, ayer, mañana y pasado también, porque sí, porque quiero, porque no puedo dejar de mimar esos labios. Un beso acompañado de abrazos. Un beso y una mano que se cuela por mi blusa. Un beso que desgaste. Alegría. Un beso que se escapa. Escalofríos. Un beso y tu mano en mi pelo. Qué bueno. Un beso guardado en mis labios, esperando ser liberado por ti. Un beso libre y travieso. Cosquillas. Un beso cargado de mariposas. Un beso antes de dormir, entre sueños y un beso al despertar con la mirada nublada y la cara repleta de amor. Ilusión. Un beso fugaz, como las estrellas, que deja sabor en la boca. Un beso con agua de mar y un granito de arena que el viento regala al azar. Un beso atrevido. Un beso con sabor a helado, frío pero a la par ardiente. Un beso cómico. Un beso en tu espalda. En la nariz. Un beso con lima y tequila. Un beso paraguas, bajo la lluvia. Un beso que pegue. Un beso de chocolate. Un beso con planes. Un beso en las escaleras mecánicas.




Más besos.



Quiero un beso.



Un beso de amor.








...Un beso perfecto...







miércoles, 27 de agosto de 2008

Pink Cloud

Hace unas semanas, mientras veía un capítulo de Dexter apreció esta expresión: Pink Cloud.

En el capítulo, el fenómeno de la "nube rosa" está referido a la adicción a las drogas y su tratamiento, específicamente, al momento en el que Dexter se da cuenta del motivo de su adicción y, por tanto, de la llave que supuestamente le llevará a su recuperación, decidiendo dejar la terapia y continuar él solo.

Es una experiencia común a toda aquella persona que busca la rehabilitación, que durante las primeras etapas de la recuperación a la adicción, compuesta de un gran número de retos y sentimientos difíciles de gestionar: altibajos, acompañados de sentimientos de frustración, ansiedad, resentimiento, ira, desesperanza,depresión...que hasta el momento el adicto había venido haciendo frente a través del consumo.

Tras esa primera etapa, llega un día, seguido por una serie de días o semanas, cuando experimenta un sentimiento de aceptación, unido al entusiasmo ante la perspectiva de lo que la rehabilitación le ofrece, junto a una falsa creencia de que ha comprendido todo cuanto necesita para mantenerse "limpio". Llegan los primeros frutos del trabajo realizado, y la autoconvención de que el proceso ha finalizado y puede seguir "por su propio camino".

Dada la emoción experimentada, es aquí donde se muestra el gran peligro de la "pink cloud", el riesgo de recaída es enorme, pues el adicto comienza a poner en duda la calidad de su recuperación. Dudas y miedo. Una veloz montaña rusa.

Sorprendentemente, el fenómeno de la nube rosa, en el argot americano, se emplea también para describir un estado de euforia temporal artificial, un mundo de fantasía en el que nada puede ir mal, pero referido al Amor. La sensación tras una cita de haber encontrado a Mr Wonderfull (yo me quedo con McDreamy), sensación que por lo general dura unos días o semanas, hasta realmente conocer a la persona en cuestión. Significa estar viviendo en un mundo de sueños, apartado de la realidad.

¿¿Y qué sucede cuándo no te quieres bajar de la nube??


"They tried to make me go to rehab...I said no, no, no"

martes, 26 de agosto de 2008

Día rojo

A veces saber qué es lo que quieres se basa en saber qué es lo no quieres.

lunes, 25 de agosto de 2008

Retentiva

El sábado pasado, entre conversaciones artísticas acompañadas de un mar de alcohol, apareció la retentiva. La retentiva en la pintura.

La retentiva es la facultad de acordarse; en pintura, que es sobre lo que estuvimos hablando precisamente, es la capacidad de pintar objetos que no están enfrente de nosotros, basándonos en los recuerdos que conservamos de ellos en nuestra memoria. Ya sea porque el objeto no se encuentra o porque empleamos medios para no tenerlos en nuestro campo de visión (vendar los ojos, por ejemplo). También se emplea en los juegos de ajedrez ciegos.

A la mañana siguiente, me desperté con una ligera resaca y el recuerdo de la conversación mantenida. Y llevo ya unos días dándole vueltas. ¿Qué sería de nosotros sin la memoria? ¿Y sin los recuerdos? ¿Es la retentiva el recuerdo?

La antigua distinción Platónica y Aristotélica entre memoria retentiva y recuerdo, fue conservada por la filosofía del Medioevo. Más allá de las rúbricas de cada filósofo, se instauraron algunos ejes cardinales que perdurarían en el tiempo.

La memoria Retentiva o «conservación de sensación» sería la facultad de la memoria según la cual, tanto los seres humanos como los animales podrían preservar las sensaciones o los conocimientos, velados a los ojos por haber ya acaecido. Su carácter es pasivo y natural.

Por su parte el Recuerdo, se define como la capacidad de la memoria, exclusivamente humana, mediante la cual se convocan hacia el presente, los conocimientos o sensaciones del pasado. Este Recuerdo, que vendría a ser una «especie de búsqueda», implica una moción selectiva por parte de quien recuerda: su carácter es activo.

En general, Los filósofos medievales dieron mayor énfasis a la memoria como retentiva: «Vientre del alma», «tesoro y lugar de conservación de las especies».

Tras este inciso aclaratorio y un tanto soporífero, merecedor de las alegrías de nuestros profesores de filosofía, sigamos con mi mañana de domingo.

Me desperté con la idea de la retentiva; cómo era posible dibujar aquellos objetos con más o menos cierta fiabilidad, basándonos en una imagen presumiblemente transformada de la realidad; y también, cómo las personas empleamos esta técnica más allá del mundo de la pintura y del arte en general.

Y, conecto con el sueño que tuve la noche anterior, que también mantuvo ocupado parte de mi tiempo de descanso. Hay sueños realmente vividos, en los cuales las sensaciones son tan reales que despertamos con la confusión de haberlos realizado. En concreto, mi sueño era sobre un gesto tan simple como un abrazo. Pero no un abrazo cualquiera, sino el abrazo más reconfortante que pueda recordar.

¿Retentiva en los sueños? Afortunadamente.

Es acaso esta memoria primaria la que alimenta mis sueños nocturnos y diurnos. La que te devuelve en pequeños pedacitos de experiencias reconfortantes.

Hace ya unos meses leí un libro, En busca de la felicidad, de Eduardo Punzet, en el que se explicaba que las personas cada vez que recordamos un suceso, transformamos el mismo, de modo que la siguiente vez que nos acordemos de éste, no tendremos en nuestra mente lo realmente vivido sino la transformación de la realidad que hemos recordado la última vez. Un recuerdo cambiante que en la generalidad de los casos no se corresponde con lo experimentado. ¿Creer es ver? ¿Ver es creer?

Después de todo este rollo, mi único objetivo, era decir que la memoria retentiva es la que me está jugando "buenas" pasadas, haciendo que inconscientemente reviva una y otra vez miles de sensaciones. Unas sensaciones tan espectaculares que se exceden de cualquier recuerdo imaginable.



Algunos recuerdos son realidades y son mejores que cualquier cosa que pueda sucedernos de nuevo.

viernes, 22 de agosto de 2008

¿Qué hiciste?

http://es.youtube.com/watch?v=ccGUJIPrF2A

Madrid

Madrid. Hace casi un año que no recorro sus calles. Aquellos paseos durante horas, vagando, descubriendo escondites en una ciudad que sentí mia. Nostalgia. Sentirme en casa. Andar hasta no sentir los pies. Enseñarle la ciudad a su propia gente. Una historia en cada esquina. Muchos recuerdos que se van desvaneciendo con la distancia y a los que trato ciegamente de aferrarme. Ganas de volver. Deseo. Muchos amigos que dejé atrás. Tantos otros momentos. Volar lejos de aquí y maravillarme nuevamente de los lugares que tengo resguardados en un rincón de mi memoria. Vida, mucha vida. Muchas metas; nuevas metas. Pronto estaré de nuevo allí, no sé si por una semana, por dos, meses o incluso años.

Quiero sentir el frío del invierno, el calor de mis amigos, dolor en los pies, la vitalidad que me inunda nada más llegar a Barajas, los miles de planes que se me ocurren para ocupar mis días, las personas que quedan por conocer, el arte, la cultura, el ruido de los coches, los camareros antipáticos, los espectáculos, el anonimato, las tiendas, la fiesta, el reencuentro, las charlas cargadas de recuerdos, la lluvia sin paraguas, ...

Madrid. Espérame.

martes, 19 de agosto de 2008

¿Y tú qué quieres ser de mayor?

- Economista de sentimientos
- Analista de intereses
- Contable de emociones
- Auditor de experiencias
- Actuario del amor
- Broker de demostraciones afectivas
- Trader de sonrisas
- Gestor de pasiones
- Tesorero de la alegría
- Matemático de sensibilidades
- Financiero del afecto
- Consultor de expresiones faciales
- Gerente de cariño
- Director del encantamiento
- Banquero de la seducción
- ...




Yo, quiero ser maga de sentimientos y emociones: capaz de crearlos por la mañana y que no se consuman durante la noche...

lunes, 18 de agosto de 2008

Al soplar las velas

Quisiera que este fuese el mejor cumpleaños de tu vida. Pero también quisiera que fuese el peor de todos los que celebremos juntos todavía. Y me gustaría no haber perdido todo este tiempo. Y me gustaría no perder más. Y me gustaría que lo celebrásemos cada día, como si fuese nuestro "feliz no cumpleaños", como en aquel cuento. Aún más. Me gustaría que nosotros fuésemos un cuento de hadas. Me gustaría seguir viviendo este sueño contigo sin despertar nunca. Felicidades, mi amor.


*Perdona si te llamo amor. Federico Moccia*




domingo, 17 de agosto de 2008

jueves, 14 de agosto de 2008

Ho voglia di te

Aún me encuentro en tu cama, a tres metros sobre el cielo, abrazada a tus abrazos, bañándome en tus besos, regalándonos los cuerpos. Deseo. Pasión. Amor. Mi piel grita tu nombre y reclama tus manos. No quiero separarme de ti. Abrázame más fuerte, me duermo en tu pecho.

No quiero despertar.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Rain

Día lluvioso de Agosto. Suena Jarabe de Palo en la radio. Subo el volumen: "hace días...de qué tienes miedo...a reír y a llorar luego...suéltate y cuéntame...". Miro por la ventana de mi despacho. La calle desierta. Hoy no me apetece trabajar. Papeles y más papeles. Nada interesante.

No me gustan los días tristes en verano, tampoco en invierno. Hoy es típico de peli y helado, pero sin manta. Me recuerda a Madrid. Y pienso dónde estaré en unos meses. Mi mente se pierde en un sinfín de posibilidades. Siento que ya no hay nada que me ate a permanecer aquí.

A veces me encantaría desaparecer un tiempo del mundo. Ir a un lugar nuevo, donde las calles no me hablen y las sombras no me miren. Lejos de aquí.

martes, 12 de agosto de 2008

Aunque no estés...




Abrázame fuerte esta noche que no pasas conmigo, para sentirte como antes: el calor de tu cuerpo, tu respiración en mi cuello, tus manos en mi pecho...
Abrázame fuerte.
No te vayas aún.

lunes, 11 de agosto de 2008

Step by step

Hacía mucho que no me despertaba sin esa opresión en el pecho que me impedía respirar. Con un grito ahogado.

Mi primer pensamiento del día no recuerdo si fuiste tú, y eso me tranquiliza enormemente; pero lo que sí sé, es que por lo menos no desperté sobresaltada en mitad de la noche. Sin mi cuerpo impregnado de ese sudor frío que tan amigo se ha hecho. Pude descansar, e incluso, soñar. ¡Dormir la noche entera!

No recuerdo mi primer pensamiento, pero sí que volví a pensar en ti; me engañaría si dijera que no pienso continuamente en ti. Pero hoy es un día diferente. Sonreía mientras iba de camino al trabajo, tarareando la canción que en ese momento sonaba en la radio. Me recordó a nosotros. Pero no la escuché con tristeza, sino con alegría; la alegría de haber compartido cuanto hicimos, la alegría de haber sido completamente feliz a tu lado, la alegría de haber vivido una historia maravillosa.

Me quedo con lo bueno.




**Y paso a paso, el camino se va haciendo más ligero**

domingo, 10 de agosto de 2008

Relax

- Cierra los ojos y dime qué es lo que ves en este momento.

Yo siento la brisa del mar en la cara, unos pequeños granitos de arena colándose por mi camiseta; siento frío en el cuerpo; cómo se va erizando mi piel. El bikini aún permanece un poco húmedo después del último baño de la tarde.

Me gusta esta sensación. Es como si todos los sentidos se agudizaran. Sólo escucho las olas del mar rompiendo contra las rocas, puedo olerlo y sentir cómo sube la espuma.

El viento silba en mis oídos. Puedo ponerle letra a esta canción.

Siento más frío, me encojo y coloco mis brazos alrededor de mis piernas. Adoro esta sensación.

La armonía de las olas y del viento, la paz que me inunda paulatinamente. Sí, me siento viva. Tranquila. Relajada. Olvidando por un momento todos los problemas que tengo en mi cabeza.

Unos minutos más, recargando la energía necesaria para comenzar la semana con buen pie. Noto en mis párpados cómo el Sol va descendiendo por el horizonte, escondiéndose entre las montañas. Más frío.

Ya es el momento de recoger la toalla y el libro que tengo a mi lado. Al bolso. Me pongo en pie y sonrío mientras tomo el camino de vuelta a casa.

Hasta la semana que viene.

viernes, 8 de agosto de 2008

Keep away


Jugando a ser desconocidos

Cansada de este rol absurdo. Envuelta en mil y una historias sin sentido. Ahogada entre palabras del ayer y del presente. Arrastrada por la corriente una y otra vez sin respiro. Resistiendo la emboscada en la trinchera de esta guerra. Sin dar un solo golpe al enemigo. Herida en la batalla nuevamente. Indefensa. Sin querer ser miembro de este bando. Y la sangre se suspende en el ambiente, tiñendo la bandera blanca que en mi mano yo sostengo.

jueves, 7 de agosto de 2008

Incapaz

Esa horrible sensación de saber que hagas lo que hagas no consigues solucionar nada. Un paso hacia delante; me pierdo en la cuenta de los que damos hacia detrás.

miércoles, 6 de agosto de 2008

IMU

Estos días que te siento más cerca es cuando he vuelto a sonreír...Paradojas de la vida; sinsentidos del amor. Llorar y reír solamente por una persona. Una, única.



Porque tú eres. Porque eres tú.



Porque desde el primer instante venciste todas las corazas que había construido a lo largo de los años alrededor de mi.

Porque sólo con un beso me elevaste al cielo y fuiste capaz de hacerme volar.

Porque con mirarte supe que estabas ya dentro de mi.

Porque al tocarte se me ponía la piel de gallina.

Porque por una vez en la vida olvidé todo lo demás e imaginé un mundo perfecto en el que únicamente cabíamos tú y yo.

Porque sentir que me abrazabas mientras dormías me hacía sentir más segura de lo que jamás pude imaginar.

Porque cada día te quiero más y estoy segura de que nunca podrá terminar.

Porque hacer las cosas más cotidianas de la vida contigo se convertían en las más especiales.

Porque construímos un mundo sin palabras y aún así te sentía cerca.

Porque no quería que dejaras de acariciarme un solo segundo y se me hacía eterno el tiempo que no pasaba junto a ti.

Porque sólo con sonreír borrabas los males del mundo.

Porque éramos nosotros.

Porque me hiciste creer que el AMOR existe.

Porque me enseñaste a hablar en plurar y a soñar en voz alta y con los ojos abiertos.

Porque contigo los días eran aventuras para compartir.

Porque desee cada instante del tiempo que estuvimos juntos que nunca dejaras de quererme del mismo modo que yo lo hacía.

Porque se me partía el alma cuando nos enfadábamos y no entendía lo que sucedía.

Porque no pensé jamás que una persona pudiera llegar a ser para otra.

Porque cambiaste mis pensamientos y mis lógicas racionales.

Porque me mostraste una parte de mi que pensé no existía.

Porque estar contigo era suficiente para hacerme feliz.

Porque no aguantaba ver como día a día te alejabas de mi y era incapaz de hacerte sonreir.

Porque pensé que nada nunca podría con nosotros.

...


Porque podría hacer una lista que no acabara nunca; porque te dije que te amaría siempre...

...










**Ojalá los relojes se dieran la vuelta**

sábado, 26 de julio de 2008

Cambiando el chip

Perdida en la angustia de buscarme y no encontrarme...De buscarme y encontrarte.

Ya es hora de empezar a pensar un poco más en mi y poco a poco menos en ti.

viernes, 25 de julio de 2008

Una imagen más que mil palabras...


Foto junio de 2008, Cuesta de la Villa, La Orotava

miércoles, 23 de julio de 2008

Borrarme por dentro

Otra noche más que el sueño no llega. Sentada frente a este espejo. Sin poder dejar de pensar en ti y en lo feliz que era cuando compartíamos los soles y las lunas.

Quiero que me abraces esta noche, que nuestros cuerpos se junten de nuevo y amanezcamos siameses.

Quiero despertar otra mañana contigo y besarte hasta volver a caer dormidos.

Quiero hacer mil planes contigo, de esos que no se cumplen, y de los que cumplimos también.

Quiero decirte cuánto te extraño y las miles de locuras que rondan mi mente cada vez que pienso en ti.

Quiero contarte mis pensamientos durante todas estas noches en vela.

Quiero que sepas que te has adueñado de mis sueños y que esa es la única manera que tengo de seguir sonriendo cada día.

Quiero mirarte y que hablemos en silencio.

Quiero sentirte muy dentro.

Quiero cuidarte cada día.

Quiero volar contigo a cada rincón del mundo.

Quiero que escribamos cuentos y que podamos contarlos algún día.

Quiero que me desabroches del mundo mientras quitas mi ropa.

Quiero dormirme en tu pecho.

Quiero regalarte mi primera sonrisa del día.

Quiero que no exista el orgullo.

Quiero que me lleves al país que inventamos.

Quiero mandarte mil aviones de papel a tu ventana y en cada uno uno de los te quieros que tengo ahogados en mi pecho.

Quiero...




Quiero tú.






Y quizás debería querer borrame por dentro, para volver a inventarme, para no volver a encontrarte.

martes, 22 de julio de 2008

Fantasmas

Me persigues.

Presa en una ciudad que hicimos nuestra, en sus calles y sonidos.

Me persigues, me persiguen.

Las notas de una guitarra desafinada. Tras de mí tus letras y tus acordes. Las canciones que jamás escribimos. El no haber dicho nunca "esta es nuestra canción", porque ahora todas me recuerdan a nosotros.

No hace falta girarme para sentir cuánto arrastro del pasado. Una cola que da la vuelta a la manzana, como las que se hacen en las grandes ciudades a la espera de un concierto. Que no cesa de crecer.

Una calle sin salida. Un semáforo en rojo. Todos los semáforos en rojo sin tus labios.

Me detengo en una esquina, aquella donde parábamos a besarnos; y un fantasma se cuela entre mi blusa. Me hace cosquillas, como las que tú me hacías al despertar; y me recuerda el vals de tus dedos y mis botones. Entra delicado, erizándome la piel y velozmente sube por mi cuello, se detiene; alpinismo hasta mi oreja y unas palabras me susurra. Idiota.

Apresuro el paso, los fantasmas no me gustan, con sus pesadas bolas y cadenas. Atrapada en el pasado. Una herida que no cierra.

Me detengo en una tienda, un muñeco me señala y se ríe tontamente. Fantasmas con sabor a plastilina. Juegos de niños; niños jugando.

Sigo vagando por las calles de nuestra cuidad; recuerdo cuando me dijiste que si tú y yo no estuviéramos juntos no podrías volver a muchos de los lugares que conquistamos. Yo no he podido hacerlo; cuando he reunido la fuerza suficiente, estos odiosos seres con sus sábanas blancas han acabado por destrozar mis ilusiones.

Una marea de notas me inunda; teclas que me golpean en la cabeza, cuerdas que me rodean tal serpiente e inmovilizan mi cuerpo, letras que se clavan como espinas. Atrapada entre dos mundos imposibles.

Fantasmas en la calle, en el parque y en sus bancos, en las canciones con sus letras.Fantasmas que abofetean mi cara y minan mi camino. Entre mi piel y mis huesos. Palpitantes. Crueles fantasmas que van dejando un rastro a su paso, horadando mi presente con su peso, para que no olvide el camino que me lleva hacia ti.


















Y yo sigo aquí: Intentando reiventar el tiempo y el espacio.

miércoles, 16 de julio de 2008

Vacía

Hay sueños más reales que la pura realidad.

Anoche volviste a mí, no recordaba la última vez que te sentí. Deseaba tanto que me abrazaras como antaño... Sentir que tus fuertes brazos rodeaban mi cuerpo, y se dormían en mi pecho, para despertar y apretarme aún más fuerte contra ti; mi espalda contra tu torso y nuestras manos enlazadas. No puedo recordar una sensación igual. La primera vez que lo hiciste pensé que nadie había estado nunca tan cerca de mi. Ahora, que no puedo tenerte, cada noche me duermo reviviendo ese momento. Sintiéndote muy dentro.

Ýa no sé si hago bien o hago mal.

El mismo ritual cada noche. Antes de acostarme dejo abierta la ventana, como cada día desde el que decidimos que así podríamos encontrarnos en sueños; ir a verte, y meterme en tu cama muy despacio, sin que lo notaras, y mirarte mientras duermes, acariciar tu cuerpo desnudo y besarte, decirte todas aquellas cosas que callaba por miedo a que te asustaras...como las que tú decías cuando pensabas que dormía (y yo no me asustaba); o que tú vinieras a mi lado.

Noche tras noche, sueño que tus sueños se cuelan en mis sueños. Y, por lo menos, así estamos juntos, de nuevo. Cada noche. Y mi cama deja de estar fría, pese al calor del verano.

Vuelo hasta tu cama, la nuestra, como a ti te gustaba decir. Siento el roce de tu piel, el olor de tu cuerpo, siento tus manos enredándose en mi pelo...Y por un momento me olvido del resto e imagino un sábado cualquiera. Fiestas entre las sábanas. Lo echo de menos. Echo de menos cómo éramos entonces, sin armaduras ni escudos, sólos tú y yo, y miles de horas que dedicarnos, sin palabras.

Y despierto en medio de la noche y la realidad me abofetea incompasiblemente. No estás. Mi ventana sigue abierta, esperando que tus sueños se confundan de camino y se dirijan nuevamente hasta mi cama,como antes, pero esta vez no entres y te vayas, sino que me despiertes y te quedes. Y juguemos de nuevo. Juntos.

Remordimientos

El pasado que te priva del presente

lunes, 14 de julio de 2008

Doble sentido

Cansada de lo que se esconde detrás de las palabras. Cuando un "sí", es un "no"; un "adiós" un "no me dejes"; un "haz lo que quieras" es "el que la hace, la paga".

En un mundo en el que nadie es CAPAZ de emplear el correcto sentido de las palabras; en el que la cobardía se disfraza de letras y gestos erróneos, equívocos e incoherentes. Cansada. De tener que analizar cada detalle. De buscarle sentido a cada línea; juntas, por separado, a saltos, una y otra, al revés y al derecho.

El mundo se me hace un lugar extraño. Esa sensación de estar en un país extranjero en el que nadie habla tu idioma. Cansada. Cuando lo más sencillo es hacer valer cada término, sin añadiduras, sin dimes ni diretes; sólo palabras directas y sencillas.

Agotada. De palabras a medias y sentencias inconclusas. Perdida. Siguiendo las señales de un camino que se borra. Mirando hacia atrás, pero intentando poner un pie en el mañana.

Perdida. Pero anhelando un mundo en el que cada cosa sea llamada por su nombre, en el que las personas no se hieran unas a otras con palabras. Sinceridad. Tanto y tan poco. Hipocresía.

viernes, 4 de julio de 2008

Sin noticias de...

Hace ya varios años que en el cole nos mandaron a leer "Sin noticias de Gurb".

Ahora, un tiempo después, me parece estar reviviendo la historia. En busca de cualquier señal: una llamada, un correo, un mensaje...

Sin noticias de...

Para todos aquellos que esperamos a que caiga una estrella que una vez fue nuestra.

martes, 1 de julio de 2008

El niño y el globo



Una soleada mañana de verano, el pequeño "Y" se levantó de la cama. Hoy era un día muy especial para él, hacía meses que su padre le había prometido pasar un día familiar en el zoo de la ciudad vecina.

"Y" amaneció con una inmensa sonrisa en su cara, llevaba meses preparando ese momento; quería que su padre se sintiera orgulloso de él, por lo que se había pasado las últimas semanas estudiando a cada uno de los animalitos que visitarían ese día, para tratar de impresionar a su ocupado progenitos. Había entrado en la web del parque y estudiado el recorrido sin olvidar el más mínimo detalle.

Se levantó de un salto y corrió rápidamente hacia el baño; quería tener listo el desayuno favorito de su papá antes de que éste se despertara. Así que, sin más dilacion, se dirigió hacia la cocina, y con sus pequeñas manitas comenzó a preparar una suculenta comida. No quería que faltara nada: café, zumo de naranja, tostadas con mantequilla y mermelada de fresa (la favorita de papá, se dijo a sí mismo mientras terminaba de untar el segundo panecillo).
Todo estaba a punto para ir al zoo.

Llegaron a la hora prevista, a papá no le gustaba perder el poco tiempo del que disponía los fines de semana. Compraron las entradas y acto seguido se dirigieron a la jaula del león. A "Y" le impresionaban sus enormes colmillos, su sedosa melena, y aquellos rugidos tan fieros; pero, justo en el momento en el que se acercaban al rey de la selva, una anciana se cruzó delante de nuestros personajes, sujetando en su mano un montón de preciosos globos de colores.

"Y", que tanto tiempo había estado esperando ver a su animal favorito, quedó anonadado por la belleza de aquellos objetos, bailando al compás del viento. En ese instante, ni siquiera el rugido del león podría haberlo sacado de su ensimismamiento. Su padre, al ver la carita con la que observaba los globos optó por comprarle uno, lo merecía. "Y" no sabía cuál elegir, pero finalmente, decidió que la mejor elección sería el rosa; sus formas eran perfectas, su color brillante, era el más grande de todos los globos atrapados en aquellas arrugadas manos. Su padre sacó una moneda del bolsillo y se lo dió a la mujer.

"Y" volvió a casa, muy contento tras la jornada que había pasado en el zoo, quería ir a visitar a su vecino para contarle todo lo que había visto durante el día, pero no le hablaría de los animales del zoo, el únicamente tenía en su cabeza aquel cuerpo flotante, atado a su muñekita con un fino cordel, con ese color que tanto había atraído su atención.

Durante las siguientes semanas, "Y" cuidó cuidadosamente el globo, para que no perdiese todas aquellas cualidades que hacían que fuera el regalo más especial que había recibido en sus seis años de vida.

Cuando veía otros globos, se recogijaba, pensando en lo hermoso que era el suyo, sus colores, su forma, su textura...No podía haber en el mundo un globo igual, se decía una y otra vez.

Pero el tiempo fue pasando, y aquel cariño y admiración, pronto se transformaron en resignación y monotonía; pese a que sabía que ningún globo podía compararse jamás al suyo, el color se le aparecía apagado y con falto de gracia; las cualidades que en su día tanto había admirado, se desvanecieron.
Al no cuidar al precioso globo, éste fue deshinchándose poco a poco; "Y" sabía perfectamente donde se encontraba el pequeño agujero por el que había comenzado a escaparse el helio, y de vez en cuando colocaba uno de sus deditos en la apertura, impidiendo que el aire saliese y el globo fuera haciéndose cada vez más pequeño. Pero, pese a su conocimiento, "Y" dejó descuidado el globo, y éste dejó de conservar su tamaño original, cada vez fue haciéndose más chiquitito y perdiendo aquel brillo que lo diferenciaba del resto. Se fue consumiendo ante la ausente mirada del niño.
Cuando sólo quedaba un soplo de aire en su interior, "Y" se dio cuenta de que nunca debió haber dejado que su preciado regalo se esfumase, pero ya era tarde. Intentó presionar el pequeño hueco por el que se escapaba sin resultado alguno.

El globo se desinfló, perdiendo altura y alcanzando el suelo, consumido, arrugado, envejecido, como las manos en las que por primera vez lo vio.

lunes, 30 de junio de 2008

Melancolía

Hoy andaba perdida por la calle, un paso tras otro, pero permanecía en el mismo lugar. A veces por mucho que intentemos movernos, nos mantenemos estáticos, inertes en un mundo que se hace extraño. No sé si es esto, o quizás, el mundo se mueve tan rápido a nuestro alrededor que somos incapaces de percatarnos de cuanto nos rodea.

Caminaba por la Rambla, pasaba por aquel banco en el que nos sentamos una de las primeras veces que quedamos; ¿recuerdas?, me sorprendiste, llamaste muy alegre "un momentito aunque sea, para darte las buenas noches", dijiste. Y yo cogí lo primero que encontré al abrir el armario y bajé las escaleras de casa corriendo. Mariposas. Cientos de mariposas. Miles. Revoloteando.

Otra vez me ha pasado. Me pierdo entre mis propios pensamientos.

Vuelvo.Sí, hoy he pasado por aquel banco, aún se respiraba la magia de nuestros besos, entre las pintadas de los niños, los chicles pegados y las hojas secas caídas de los árboles. Ahí estábamos los dos, tú te habías tumbado y apoyabas tu cabeza sobre mis rodillas, tus pies salían del banco y se movían nerviosos. De vez en cuando te inclinabas y me besabas; a mi me encantaba ese gesto que ponías, como queriendo convertirte en jirafa para alcanzar las hojas más altas de los árboles, mis labios. Era tan dulce. Tú y yo, no hacían falta palabras. El silencio no era silencio, si tus ojos me miraban. Y pasábamos las tardes, leyendo entre las líneas de nuestras miradas, acompañando de peleas de mis manos en tu pelo, alborotándolo.

El tiempo se perdía entre el humo de los coches, las parejas paseando, los juegos de los niños y los ladridos de los perros; y el espacio se transformaba en un lugar en el que solamente estábamos tú y yo, sin las prisas del día a día, sin estres ni agobios, sin horarios ni ataduras, sin problemas añadidos. Solos, tú y yo.

Y quise sentarme y revivir aquellos momentos, pero han vuelto a funcionar los relojes y el espacio sigue parado.

Estrella

“Cielo, puedes escoger la que más te guste, quiero regalarte una estrella de la constelación de pecas de mi pecho”

Es mi regalo para ti.

Ya sabes que no me gustan los regalos corrientes, intento alejarme de la normalidad de las cosas.

¿Por/Para qué una estrella?


Una estrella para que le pongas nombre;

Una estrella a la que puedes establecer su centro de gravedad (¿en torno a ti?);

Una estrella con núcleo, manto y atmósfera;

Una estrella a la que tú darás dimensión (enana, pequeña, mediana, gigante o supergigante) en tu vida;

Una estrella a la que dar luz y color;

Una estrella que puedas observar de día y de noche (sin necesidad de telescopio);

Una estrella al alcance de tu mano;

Una estrella que ilumine tu camino (aún cuando creas que no puede haber luz entre tanta oscuridad);

Una estrella que brille sólo para ti (con la intensidad y duración que tú, en cada momento, decidas);

Una estrella a la que mirar en la inmensidad del universo;

Una estrella en la que refugiarte cuando no quieras saber nada del mundo;

Una estrella para que hagas con ella lo que quieras;

Una estrella para ti en la tierra;


Una estrella a la que cuidar…para que no se apague

domingo, 29 de junio de 2008

No sense

Simplemente palabras, mis palabras, para mi, para ti, para nadie.

Textos incompletos, pensamientos inconexos, bailes de letras que se pisan.

Ideas que van y vienen, que pasan, que dejan huella, que regresan y se quedan.

Una tecla tras otra.

Hacía tanto que no escribía que había olvidado esta sensación de desahogo, esta descarga de sentimientos. Vas quitándote un peso de encima con cada golpecito.

Recuerdo las noches en las que el sueño había decidido abandonarme, me levantaba de la cama y me acercaba hasta el escritorio donde cogía el portátil y nuevamente volvía a la cama. Encendía el ordenador y escribía, un texto y otro y otro, hasta que por fin los párpados comenzaban a cerrarse; y ya no me levantaba, cerraba la tapa y dejaba caer lentamente mi brazo hasta el suelo. Dulces sueños.




Tantas cosas que decir que no sé por dónde empezar.

En un sobre cerrado


No sé si llegarás a leerlo...

Con cada sobre, te abrí una puerta.





**MUCHO MÁS GRAVE** Mario Benedetti

Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo y eso en verdad no es nada extraordinario vos lo sabés tan objetivamente como yo.

Sin embargo hay algo que quisiera aclararte cuando digo todas las parcelas no me refiero sólo a esto de ahora a esto de esperarte y aleluya encontrarte y carajo perderte y volver a encontrar y ojalá nada más.

No me refiero sólo a que de pronto digas voy a llorar y yo con un discreto nudo en la garganta: bueno llorá y que un lindo aguacero invisible nos ampare y quizá por eso salga enseguida el sol.

Ni me refiero sólo a que día tras día aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades o que yo pueda o creerme que puedo convertir mis reveses en victorias o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación.

No la cosa es muchísimo más grave cuando digo todas la parcelas quiero decir que además de ese dulce cataclismo también estas rescribiendo mi infancia esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes y los solemnes adultos las celebran y vos en cambio sabés que eso no sirve

quiero decir que estás rearmando mi adolescencia ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos y vos sabés en cambio extraer de ese páramo mi germen de alegría y regalarlo mirándolo

quiero decir que estás sucumbiendo mi juventud ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos esa sombra que nadie arrimó a su sombra y vos en cambio sabés estremecerla hasta que empiecen a caer las hojas secas y quede la armazón de mi verdad sin proezas

quiero decir que estás abrazando mi madurez esta mezcla de estupor y experiencia este extraño confín de angustia y nieve esta bujía que ilumina la muerte este precipicio de la pobre vida.

Como ves es más grave muchísimo más grave porque con éstas o con otras palabras quiero decir que no sos tan sólo la querida muchacha que sos sino también las espléndidas o cautelosas mujeres que quise o quiero porque gracias a vos he descubierto (dirás ya era hora y con razón) que el amor es una bahía linda y generosa que se ilumina y se oscurece según venga la vida una bahía donde los barcos llegan y se van llegan con pájaros y augurios y se van con sirenas y nubarrones.

Una bahía linda y generosa donde los barcos llegan y se van pero vos por favor no te vayas.





NO TE VAYAS

Noches en vela



Las copas se terminan, la música se apaga, las luces se encienden, las voces de la gente se dispersan; y vuelvo a casa, exhausta, guardando las fuerzas necesarias para llegar a la cama y caer rendida. Otra noche más...otra noche menos.

Intento mantener cada segundo del día y de la noche ocupados para que mi cabeza no tenga tiempo para respirar y empezar a funcionar; la ahogo, la encierro en mil y una tareas; pero siempre hay un momento en el que vuelves, en cada sitio, en cada canción, en cada palabra y cada historia que puedo recordar.

Me acuesto, vueltas y vueltas, la cama deshecha. Sólo consigo pelearme con la almohada, como ayer, como mañana. Discutimos. ¿Cuándo dejaré de pasar la noche en vela?

Cierro los ojos, y entonces, nuevamente apareces. Te siento, te escucho y recorres cada trocito de mi...como antes hacías...mimando mi cuerpo, mi alma. Buscandome entre las sábanas, tus sábanas, mis sábanas, nuestras sábanas. Soñándote y teniéndote a mi lado.

Tus manos, tus besos...

No me hace falta ni cerrar los ojos; los abro.No se han ido aún.

Tu piel, tu calor...

Aún puedo sentir tu cuerpo, rodeándome, abrazándome esta noche que se me hace tan fría...




SIN TI