domingo, 29 de junio de 2008

Noches en vela



Las copas se terminan, la música se apaga, las luces se encienden, las voces de la gente se dispersan; y vuelvo a casa, exhausta, guardando las fuerzas necesarias para llegar a la cama y caer rendida. Otra noche más...otra noche menos.

Intento mantener cada segundo del día y de la noche ocupados para que mi cabeza no tenga tiempo para respirar y empezar a funcionar; la ahogo, la encierro en mil y una tareas; pero siempre hay un momento en el que vuelves, en cada sitio, en cada canción, en cada palabra y cada historia que puedo recordar.

Me acuesto, vueltas y vueltas, la cama deshecha. Sólo consigo pelearme con la almohada, como ayer, como mañana. Discutimos. ¿Cuándo dejaré de pasar la noche en vela?

Cierro los ojos, y entonces, nuevamente apareces. Te siento, te escucho y recorres cada trocito de mi...como antes hacías...mimando mi cuerpo, mi alma. Buscandome entre las sábanas, tus sábanas, mis sábanas, nuestras sábanas. Soñándote y teniéndote a mi lado.

Tus manos, tus besos...

No me hace falta ni cerrar los ojos; los abro.No se han ido aún.

Tu piel, tu calor...

Aún puedo sentir tu cuerpo, rodeándome, abrazándome esta noche que se me hace tan fría...




SIN TI

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