viernes, 6 de febrero de 2009

Friday Night

Viernes noche. ¿Qué se hace una noche de viernes?

Llegué hace un rato a casa después de un largo día de clase y mis dos primeros exámenes del máster. Tanto tiempo sin haber dado uso a mis neuronas pasa factura. Estoy agotada. Aún danzan artículos y legislación urbanística-edificatoria por mi cabeza.

Esta mañana al levantarme y abrir la ventana me sorprendió el tejado blanco de casa; color que me acompañó durante el trayecto a la universidad y la vuelta nuevamente a mi tejado. Hace mucho frío, tanto que se me congelan los deditos mientras escribo, y eso que no he dejado de abrazar al radiador desde que entré en mi habitación.

He cambiado las copas por el frenadol y los kleenex y la letra de la música de la discoteca por la legislación laboral y de seguridad social. ¿Un buen plan? Sí, es viernes, choca el sonido de las risas y el hielo en cada una de las manos conocidas de los bares que frecuento, pero hoy no me apetece salir, prefiero quedarme en casa.

En cuanto deje de escribir esto seguiré tecleando, buscando artículos, doctrina y jurisprudencia. Escuchando jazz o quizás algo de música clásica. Hasta que me pesen tanto los ojos que se hayan ganado su descanso.

¿Qué me gustaría en este momento? Una taza calentita de té y un besito dulce en los labios.

El silbido de la tetera que he puesto a calentar hace unos minutos me llama, me queda una noche larga de trabajo, pero sonrío porque hoy, aunque sin beso, puedo sentirme realizada.

Quién sabe qué podrá pasar mañana...

Buenas noches.

1 comentario:

Phoenix dijo...

Y eso es lo más importante,ser por uno mismo,no gracias a otro.
Espero que la noche te cundiera,seguramente sí ;-P

Besoo