jueves, 20 de enero de 2011

No lo comprendo.
Si bien es ese miedo paralizante que se desencadena en mi tan sólo recordarlo.
O tal vez la sensación de angustia que se apodera de mi cuerpo y se aferra a mi carne y mis huesos.


No sabría decidirme.
El pasado.
El futuro.


Cuando tratas de buscar salida a tus propias reacciones, inentendibles e incomprensibles desde los cristales con los que siempre has mirado.
Surgen dudas.
Sintomatología o (psico)somatología.
Vuelvo y viajo.
De allá para acá. Y más lejos aún.
Y no logro comprenderlo.


Estoy aquí. Sentada. Mirando al futuro. Con gafas de sol. Y me pongo en pie. Y quiero correr. Pero no sé hacia dónde partir.

No hay comentarios: