sábado, 11 de octubre de 2008

El peor sentimiento del mundo es sentirte totalmente sola, estar rodeada de mil personas y sentirte completamente vacía; ajena a cualquier conversación o actividad. Las palabras carecen del sentido que antes solías darle, los gestos son equívicos e irrelevantes, las risas te parecen sordas, como si alguien le hubiese bajado el volumen a la banda sonora de tu vida.

No hay nada que consiga llenar este espacio tan grande que hay en mi desde que no estás. Y sin quererlo estás en todos sitios aunque no estés. Y te veo en la parada del metro, corriendo a mi lado en el gimnasio, sentado junto a mi en la barra del bar, en clase sonriéndome cuando no mira el profesor; te veo en todas las palabras que callo, en todas las sonrisas que guardo, en todas las caricias que deseo darte, en las canciones que escucho y los libros que leo, en las personas que pasan, en lo que soy...te siento en mi, pero al mismo tiempo, muy lejos.

Y entonces llegan las lágrimas, y siento cómo descienden por mi cara, y se encuentran en la barbilla, una tras otra, cada noche, hasta que por fin consigo caer rendida, recordándote, recordándonos...

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